Al ritmo en que consumimos todos los recursos naturales, no cabe duda de que la biodiversidad de la Tierra esta claramente destinada a desaparecer. Animales y plantas se ven oprimidos bajo las sobreexigencias del hombre, quien trata de ganar más y más, en un mundo en el que cada vez hay menos.
A lo largo de los últimos años pasados, ha quedado en evidencia que el hombre, a través del uso de combustibles fósiles y no renovables como principal fuente energética, ha sido el responsable de generar cambios drásticos en el hábitat en el que convive con animales y plantas, cambios que pueden llevar a su propia extinción. El cambio climático, la contaminación de ecosistemas y la sobreexplotación de recursos amenazan el futuro de la especie. Esto debido en gran parte a la mala utilización de los recursos naturales que el planeta nos entrega y al modo en que nos enfrentamos a estos problemas como sociedad, ya que al dañar el Planeta estamos destruyendo nuestro hogar y el de las generaciones futuras.
Ante tanto consumismo energético, es fácil tratar de evadirse respaldándose tras una ola de reproches contra las grandes empresas u organizaciones que parecieran ser las principales responsables de este grave problema (las termoeléctricas, las procesadoras de celulosa, las fábricas, etc.), sin embargo, en el fondo el problema no esta tan lejano como solemos creer. Obviamente es más fácil mirar hacia otro lado, no interesarse por el tema o aún peor, tener conocimiento de el, pero no hacer nada al respecto.
Sin ánimo de restarle importancia al dañino aporte que este tipo de empresas hacen a la contaminación y sobrexplotación del planeta hay que tener más que claro que nosotros somos el soporte de esos grandes “enemigos” de la naturaleza. Nosotros escribimos en el papel por el que se talan miles de árboles; nosotros usamos las miles de bolsas plásticas que quedan contaminando el ambiente por siglos; nosotros consumimos el petróleo en nuestros autos y estufas y llenamos el aire de Dióxido de carbono. Somos nosotros entonces, en quienes deriva la mayor responsabilidad.
Ahí es donde quiero respaldar la idea principal que pretendo utilizar como base en mis fotografías. El poder de uno. El como, desde lo mas básico que es el individuo, se pueden generar o combatir los problemas relacionados con la contaminación y sobreexplotación del medio ambiente. Mi idea es demostrar de manera lo mas empírica posible, a través de un medio que es casi irrefutable como la imagen percibida por el ojo, que el poder de cambiar las cosas o empeorarlas esta en cada uno de nosotros.